Golf Club Castelfalfi Montaione

Una gema abandonada y descuidada. Este solía ser el Club de Golf Castelfalfi, abierto hace más de veinte años en un lugar encantado en el corazón de la Toscana, a veinte kilómetros de San Gimignano. Esta aldea es tan hermosa que el director Roberto Benigni la eligió en 2002 como escenario de algunas de las escenas de su película «Pinocho». Nuevos fondos y un ambicioso proyecto dieron vida al campo de golf: fue completamente rediseñado en 2010 y ahora cuenta con 18 hoyos, el Campo de Montaña, y 9 hoyos más recientes, el Campo del Lago. Las mentes detrás del proyecto son los nativos de Bolzano y los diseñadores del campo de golf Rainer Preissmann y Wilfriend Moroder, ambos miembros del Instituto Europeo de Arquitectos de Campos de Golf EIGCA, que eliminaron los hoyos demasiado cuesta arriba así como los que tienen golpes ciegos, y que comprendieron cómo aprovechar la belleza del paisaje, que a veces corre el riesgo de distraer a los golfistas: suaves colinas, cipreses, olivos, viñedos y luego el castillo, que sirve de telón de fondo para el hoyo 18 y su verde de isla. Incluso el caserío medieval que domina el campo de golf, junto con el castillo y una serie de casas de labranza dispersas en la finca de 1100 hectáreas han sido objeto de una restauración total, que ha transformado a Castelfalfi de un pueblo medieval casi deshabitado en un complejo turístico con un hotel, un centro de bienestar y un centro de conferencias, restaurantes, tiendas, apartamentos, villas y, en medio de todo ello, un campo de golf. Detalles técnicos Campo de montaña, 18 hoyos, Par 72, 6351 metros Campo del lago, 9 hoyos, Par 36, 3171 metros Arquitecto: Rainer Preissmann & Wilfried Moroder Topografía: montañosa, pero no empinada Características especiales: una exitosa mezcla de diseño europeo y diseño internacional Comentarios de Pro El campo de montaña de Castelfalfi es maravilloso y exigente; doglegs, subidas y bajadas, verdes bien defendidos en un contexto verdaderamente único. La estrategia juega un papel fundamental en particular en el hoyo 5, un par 5 muy largo (580 metros desde los tees más lejanos), un doble dogleg que parece no tener fin y el impresionante hoyo 18, un hoyo de cierre digno de un campeonato abierto por su belleza y diseño. Este campo merece ser visitado, así que no se lo pierdan. Si, por el contrario, tiene un alto handicap y quiere un campo más a su alcance, le recomiendo los 9 hoyos del campo del lago, que son un poco menos exigentes y ofrecen algunas distracciones más.